Davos, Suiza (18 de enero de 2025) - Mientras las élites mundiales se reúnen una vez más en el Foro Económico Mundial de Davos, un poderoso movimiento de más de 30.000 activistas de casi 50 ciudades se levanta para exigir justicia económica, acción por el clima y el fin del control de la democracia por parte de los multimillonarios.
La campaña -organizada por Fight Inequality Alliance- incluye un mensaje radical e inevitable: "¡IMPUESTOS A LOS SUPER RICOS!" La imagen de 400 metros de ancho se proyectó sobre una montaña cercana a un aeropuerto privado a las afueras de Davos junto a los rostros de Donald Trump, Elon Musk y Mark Zuckerberg. Otra imagen declaraba: "¡TRACEMOS LA LÍNEA ROJA Y DEJEMOS DE PAGAR LOS IMPUESTOS DE LOS MULTIMILLONARIOS!".
Con estas espectaculares imágenes y otras "líneas rojas" simbólicas trazadas en todo el mundo -desde Delhi a Ciudad de México, de Lagos, Lahore hasta Harare-, el movimiento está trazando una frontera firme contra la desigualdad y pidiendo a los dirigentes que adopten las soluciones que necesita el 99%, como impuestos a los superricos, inversión en servicios públicos, lucha contra la crisis climática y fin del capitalismo clientelista.
El Foro Económico Mundial es un símbolo icónico del sistema actual, en el que el 1% más rico del mundo ejerce una poderosa influencia en la política de todo el planeta. Coincidiendo con la toma de posesión del multimillonario Donald Trump, la reunión de este año en Davos plantea importantes cuestiones sobre la democracia, la desigualdad y el poder de los superricos.
"Ya no vamos a aceptar ver otra reunión en una estación de esquí del 1% para que la riqueza de los más ricos siga aumentando a niveles grotescos. Mientras tanto, la gente pierde sus casas por los desastres climáticos y lucha por cubrir sus necesidades básicas", afirmó Jenny Ricks, Secretaria General de la Alianza para Combatir la Desigualdad.
"Davos es sólo un ejemplo", afirmó Ricks, que se unió a la movilización en Lusaka (Zambia). "Nos enfrentamos al gobierno de una clase multimillonaria que se está convirtiendo rápidamente en una oligarquía absoluta. La democracia está en crisis en todo el mundo. El resultado será una nueva explosión de desigualdad. Para las personas que están en primera línea de la desigualdad -en el margen más voraz de este sistema- es hora de trazar una línea roja sobre el gobierno de los multimillonarios".
"Estas acciones globales presentan una alternativa poderosa", afirmó Ricks. "No se trata sólo de protestar. Se trata de mostrar al mundo que el cambio es posible. La economía mundial está pensada para servirnos a todos, no sólo a los superricos, pero el control de la clase dominante multimillonaria lo hace imposible. Para que se produzca un cambio real, tenemos que irrumpir estos espacios elitistas y empezar a escuchar las soluciones de las personas que viven en la primera de la desigualdad."
La Alianza contra la Desigualdad se está movilizando para presionar a los gobiernos de todo el mundo para que den prioridad al 99%, realizando inversiones públicas significativas en educación, salud, vivienda, abordando la crisis climática y medioambiental y garantizando que el costo de la vida sea asequible. La Alianza contra la Desigualdad sostiene que la reforma de los sistemas fiscales para garantizar que los superricos paguen más impuestos es una parte fundamental de la solución.
"Necesitamos un impuesto internacional sobre los superricos para ayudar a nivelar el campo de juego", dijo Andrew Karamagi, Asesor Político Principal de la Alianza contra la Desigualdad. "También son esenciales grandes inversiones en servicios públicos y un acuerdo climático ambicioso y bien financiado para lograr justicia para miles de millones de personas en todo el mundo, especialmente en el Sur Global. Si no actuamos, las consecuencias serán catastróficas. Una clase multimillonaria atrincherada debilitará los sistemas democráticos en todo el mundo."
Los organizadores subrayaron que es fundamental actuar con urgencia para evitar desastres en el futuro.
"El año pasado presenciamos a una enorme oleada de descontento social en toda África", afirmó Karamagi, que el sábado se unió a la movilización en Nairobi (Kenia). "Este tipo de movimientos seguirá aumentando a medida que millones de personas exijan un futuro justo. Y la crisis climática se descontrolará aún más, infligiendo sus peores castigos a quienes hicieron muy poco para generarla. No se trata de una amenaza lejana: está ocurriendo ahora y afectará a todos los habitantes del planeta".
La movilización encabezada por la Alianza contra la Desigualdad y sus aliados ya ha generado cambios políticos relevantes en varios países.
"El poder de nuestra gente nos da esperanza, y nuestro trabajo apenas está empezando", afirmó Ricks. "Imaginemos un mundo en el que los gobiernos de todo el mundo dieran prioridad al 99%, realizando grandes inversiones públicas en educación, salud y vivienda, y abordando la crisis climática y garantizando que el costo de la vida sea asequible. Ese es el mundo por el que estamos luchando".
La Alianza para la Lucha contra la Desigualdad (FIA, por sus siglas en inglés) es un creciente movimiento global de personas, organizaciones y movimientos sociales que viven de cerca la desigualdad, y que están unidas en la lucha para hacer frente a la desigualdad en todas sus formas. Juntxs, imaginamos un mundo en el que el poder y la riqueza se redistribuyan para crear una sociedad justa, igualitaria y sostenible. Para más información, visita: www.fightinequality.org.